Casi la mitad de la población sufre un trastorno del sueño en algún momento de la vida. En particular, la apnea del sueño puede afectar a una de cada siete personas, principalmente hombres mayores de 50 años.
¿Qué tipos de apnea existen?
Distinguimos tres tipos:
- Apnea obstructiva del sueño: producida cuando los músculos de la garganta se relajan, o por otras causas que detallaremos más adelante.
- Apnea central del sueño: cuando el cerebro no envía señales correctas a los músculos que controlan la respiración.
- Síndrome de apnea del sueño compleja: ocurre cuando alguien tiene apnea obstructiva del sueño y apnea central del sueño
En este artículo nos ocuparemos de la apnea obstructiva del sueño, que es por mucho la más frecuente.
¿Cuáles son los síntomas de la apnea obstructiva del sueño o SAHOS?
Los síntomas pueden ser diurnos o nocturnos.
Durante el día:
- Somnolencia excesiva.
- Dolor de cabeza matinal.
- Disminución de la concentración y deterioro intelectual, que provoca una baja de rendimiento laboral y alteraciones en el ánimo.
En la noche:
- Ronquidos.
- Insomnio.
- Pausas respiratorias.
- Reflujo.
- Sudoración.
¿Qué causa la apnea obstructiva del sueño?
Los siguientes factores se asocian a este trastorno:
- Sobrepeso y obesidad.
- La circunferencia del cuello.
- Obstrucción nasal, causada por ejemplo por una alergia, sinusitis, o un tabique desviado, entre otras.
- Pobre tono muscular en la vía respiratoria.
Por otra parte, el consumo de alcohol o fármacos, o una mala posición al dormir, aumentan los síntomas.
Existe el mito de que el consumo de alcohol ayuda a dormir. En realidad el alcohol tiene un efecto inductor del sueño, pero produce un sueño superficial, interrumpido y de mala calidad. Y por el contrario, el efecto relajante de la musculatura puede acentuar el problema.
Diagnóstico de la apnea
El diagnóstico se realiza a partir de la historia de los síntomas, siendo los más importantes las pausas respiratorias nocturnas (apneas), ronquidos y la somnolencia diurna.
Para determinar con certeza si existe apnea del sueño, y la severidad del síndrome, es necesario realizar una polisomnografía, que es un examen en el que se registran las distintas variables del sueño durante una noche
¿Qué es la polisomnografía?
La polisomnografía (o polisomnograma o estudio poligráfico del sueño) es un examen para diagnosticar la apnea obstructiva del sueño (u otros trastornos del sueño).
La polisomnografía consiste en dormir una noche en la clínica con una serie de sensores indoloros, que miden el oxígeno en la sangre, las pausas respiratorias, las fases del sueño, los movimientos, etc.
¿Cuál es el tratamiento para esta condición?
Para los casos graves de apnea obstructiva del sueño puede emplearse el CPAP, que es un dispositivo que suministra un flujo de aire a presión a través de una mascarilla ubicada sobre la nariz.
También es necesario tratar las enfermedades asociadas con la apnea obstructiva del sueño:
- Hipertensión arterial.
- Dislipidemias y diabetes.
- Inflamaciones y obstrucciones de la nariz como rinitis alérgica, sinusitis, pólipos nasales, tabique nasal desviado.
- Conformación anatómica del paladar blando y la úvula, posición de la mandíbula o alteraciones en la articulación temporomandibular.
No podemos dejar de lado la necesidad de modificar conductas y hábitos que agravan la apnea como el consumo excesivo de alcohol, cafeína y drogas, y sedentarismo.
¿Qué pasa si no me trato la apnea obstructiva del sueño?
Algunas de las complicaciones que puede generar el desarrollo de este trastorno del sueño sin tratamiento son:
- Dificultad en el manejo de la hipertensión.
- Aumento de la probabilidad de sufrir infartos cerebrales o al corazón.
- Empeoramiento del control de la diabetes.
- Aumento de la posibilidad de padecer latidos irregulares del corazón (arritmias).
- Incremento de las posibilidades de tener un accidente automovilístico o laboral.
- Disminución del rendimiento laboral y del deseo sexual.
Dormir bien es clave para el buen funcionamiento de nuestro organismo y los trastornos del sueño afectan significativamente la calidad de vida y la salud de quienes los padecen. La recomendación es consultar con profesionales especializados en medicina del sueño.