La narcolepsia es un trastorno del sueño. Se caracteriza por una excesiva somnolencia diurna, y una tendencia a dormir en momentos inapropiados. Se estima que afecta aproximadamente a una de cada 2.000 personas.
La narcolepsia es un trastorno neurológico crónico del sistema nervioso central. Si bien es poco frecuente, su impacto en la vida de una persona es dramático. Esto produce graves problemas en el trabajo o en el estudio, e incluso en la vida familiar y social. Si no es diagnosticada y tratada por un especialista puede resultar incapacitante.
Además, acarrea un cierto estigma, puede ser confundida con flojera, depresión. Incluso, con falta de habilidad para efectuar las tareas requeridas en el ámbito laboral y académico.
¿Cuáles son los síntomas de la narcolepsia?
Los cuatro síntomas característicos de la narcolepsia
- Excesiva somnolencia diurna: los pacientes con frecuencia reportan cansarse con mucha facilidad o sentirse cansados todo el tiempo. Son propensos a quedarse dormidos, incluso en situaciones en las que se debe estar despierto, por ejemplo, conduciendo el auto. Incluso pueden tener un “ataque de sueño” en situaciones peligrosas: cuando están operando una máquina industrial o utilizando una sierra eléctrica.
- Cataplejía: consiste en pérdidas breves del control muscular. Puede ser de carácter leve, como una breve sensación de debilidad en las rodillas, o causar un colapso físico completo (incluyendo el “desplome” del paciente).
- Alucinaciones hipnagógicas (alucinaciones al quedarse dormido). Son experiencias oníricas, vívidas y dramáticas que son difíciles de distinguir de los hechos reales. Son eventos perturbadores, ya que pueden confundirse con las alucinaciones de algunos trastornos mentales y con el delirio.
- Parálisis del sueño: Es una breve pérdida del control muscular. Cuando el individuo está despertando o quedándose dormido, se siente incapaz de moverse o hablar pero está plenamente consciente de su situación y de lo que ocurre en su medio ambiente.
Otros síntomas de la narcolepsia
- Conductas automáticas: es la ejecución de tareas rutinarias sin que el paciente tenga un control consciente sobre la actividad que realiza.
- Alteraciones del sueño nocturno: el paciente se despierta varias veces en la noche sin poder conciliar el sueño, lo que incrementa el problema de la somnolencia diurna.
- Letargia: escasa motivación, inhabilidad para concentrarse y pérdida de memoria.
¿Cuáles son los factores de riesgo de la narcolepsia?
- Edad: La narcolepsia aparece tipicamente entre los 10 y 30 años de edad.
- Genéticos: La probabilidad de padecer narcolepsia es entre 20 a 40 veces mayor si tienes un familiar que la sufre.
¿Cómo se diagnostica la narcolepsia?
Para obtener un diagnóstico preciso, es necesario recurrir a un especialista, quien se apoyará, fundamentalmente, en dos exámenes:
- La polisomnografía: se realiza en un laboratorio de sueño donde el paciente debe pasar una noche. Se colocarán diversos electrodos sobre la piel en distintos lugares del cuerpo. Así, se puede registrar ondas cerebrales del sueño, actividad muscular, frecuencia cardiaca y movimientos oculares.
- El test de latencias múltiples: permite confirmar la narcolepsia y determinar el grado de severidad. Se realiza al día siguiente de la polisomnografía, sin quitar los electrodos al paciente. Se le solicita tomar unas cinco siestas de 20 minutos cada dos horas.
Estos exámenes permitirán al especialista establecer si es una narcolepsia u otro desorden del sueño que comparta algunos de los rasgos de la narcolepsia.
Recordemos que algunos trastornos del sueño suelen presentarse en conjunto, no siempre aislados, o acompañados de otras patologías (no del sueño). Por lo tanto el especialista podría considerar necesarios otros exámenes, dependiendo de la hipótesis que haya formulado en cada caso particular.
¿Cuál es el tratamiento de la narcolepsia?
La narcolepsia no tiene cura, la buena noticia es que es perfectamente posible controlar sus síntomas. Así, el paciente pueda llevar una vida normal.
Un tratamiento efectivo de esta alteración requiere el uso de fármacos estimulantes de la vigilia.
Son necesarios también un tratamiento conductual y algunos ajustes en el estilo de vida:
- Mantener un estricto horario para levantarse y acostarse.
- Tomar siestas una o dos veces al día y aumentar la actividad física.
- Evitar actividades que conlleven riesgo, como conducir vehículos, nadar y cocinar. Lo anterior, excepto en momentos en que disminuya su somnolencia y sólo si se realizan en compañía de alguien capacitado para manejar la situación.
Otras estrategias que ayudan a lidiar con la narcolepsia son:
- Explica a tu familia y personas cercanas los aspectos básicos de la narcolepsia. De qué se trata, cuáles son sus manifestaciones. Comprender mejor les ayudará a ser más conscientes y empáticos contigo.
- Sé flexible con tus planes y vida social. Acepta que puede ser necesario cambiar planes y modificar horarios para cuidarte mejor.
- Aprende qué conductas, alimentos y condiciones ambientales te ayudan y cuáles te perjudican para lidiar con la narcolepsia.
- Únete a algún grupo de apoyo para personas con narcolepsia. Este puede ser un trastorno que aísla a quien lo padece e intercambiar experiencias con otros que comparten el problema puede ser de ayuda.
En resumen
Aunque sus representaciones en la cultura popular puedan tener tintes de comedia, la narcolepsia no es un asunto trivial. Puede ser profundamente disruptiva de todos los aspectos de la vida de quien la padece.
Si bien no es curable, es perfectamente tratable. Sin bien, tener disciplina y buenos hábitos ayuda, no es suficiente. Si sospechas que padeces de narcolepsia, es fundamental acudir a un especialista en medicina del sueño.