Las alteraciones de los ciclos y patrones normales del sueño, tienen enorme incidencia en la calidad de vida y en la salud física y mental.
Dormir bien es esencial para una buena salud. Durante el sueño se producen una serie de procesos tanto fisiológicos (restauración, curación, eliminación de desechos) como psicológicos (formación de memoria de largo plazo, consolidación del aprendizaje, procesamiento de experiencias vividas).
¿Qué son los trastornos del sueño?
Un buen dormir se caracteriza por ciclos naturales de conciliación del sueño y del despertar. Es decir, la sincronización natural con el día y la noche, conocida como el ritmo circadiano. Es vital que el sueño tenga una duración adecuada por la preservación de los diferentes ciclos y tipos de sueño.
Los trastornos del sueño son aquellos problemas de salud que afectan los patrones normales y saludables del sueño. En casos más serios, pueden impactar significativamente la salud física y mental, y por lo tanto el desempeño emocional, social y laboral.
¿Cuáles son los trastornos del sueño más comunes?
Los trastornos del sueño más comunes son:
- Insomnio: Es una dificultad persistente para conciliar el sueño, para tener un sueño de calidad, de duración y desarrollo normal, o para conservar el sueño por un período suficiente.
- Apnea del sueño: Es la interrupción de la respiración durante el sueño, frecuentemente se presenta en conjunto con la Hipopnea (respiración de frecuencia anormalmente baja o de poca profundidad de inspiración). Es frecuente que se presente luego del ronquido.
- Narcolepsia: Necesidad irreprimible de dormir durante el día, incluso con lapsos de sueño diurno. Se presenta con pérdida del tono muscular, sin pérdida de conciencia. Puede ser gatillado por estímulos emocionales, alucinaciones en la transición vigilia-sueño o sueño-vigilia y parálisis del sueño.
- Síndrome de la pierna inquieta: Es una necesidad imperiosa de mover las piernas, acompañada de una sensación desagradable e inespecífica, que no es dolor, y que sólo se alivia al mover las piernas. Se presenta principalmente durante la tarde y noche, en períodos de reposo, por lo que afecta a la facilidad para conciliar el sueño.
- Trastorno de conducta del sueño REM: Se presenta como una “actuación” de los sueños, moviendo partes del cuerpo, hablando o gritando, riendo, llorando, incluso saltando de la cama. Puede ocasionar lesiones en la persona que duerme o en su compañero(a) de cama. Existe evidencia de que este trastorno puede ser un predictor temprano de patologías como la Enfermedad de Parkinson o la Demencia con Cuerpos de Lewy.
¿Cuáles son las causas de los trastornos del sueño?
Dado el amplio espectro de trastornos del sueño así como su alta prevalencia, sus causas también son muy diversas:
- Psicológicas y psiquiátricas: Episodios traumáticos en la infancia, tales como violencia intrafamiliar, abuso sexual, etc. También se presenta correlación entre trastornos del sueño y diversas patologías como la esquizofrenia, trastorno bipolar, depresión mayor, etc. Períodos de estrés prolongados también pueden producir trastornos del sueño, principalmente insomnio.
- Fisiológicas: El sobrepeso y obesidad, así como ciertas configuraciones anatómicas (particularmente las del aparato respiratorio alto) se asocian a apneas, hipopneas y alteraciones de los diversos ciclos del sueño.
- Enfermedades neurodegenerativas: También se presentan trastornos del sueño con mayor frecuencia en pacientes de Enfermedad de Alzheimer, Enfermedad de Parkinson y Demencia con cuerpos de Lewy.
- Hereditarias (genéticas): La mayoría de los trastornos del sueño muestran componentes hereditarios, no es inusual que varios miembros de una familia compartan estos padecimientos.
- Otros: alergias, traumas encefálicos, ciertos fármacos, patología cardiovascular o pulmonar.
¿En qué consisten los tratamientos de los trastornos del sueño?
El tratamiento adecuado de cada paciente dependerá del análisis del médico tratante, que considerará la evaluación clínica, síntomas e historia clínica del paciente. Es muy posible que además solicite un un polisomnograma (polisomnografía o “estudio poligráfico del sueño”), que permite objetivar la existencia de trastornos del sueño.
Eventualmente otros exámenes pueden complementar o precisar el diagnóstico, ya sean neurológicos, metabólicos, imágenes anatómico-funcionales, etc.
Habiéndose diagnosticado con precisión el trastorno específico del sueño que aqueja al paciente, e idealmente la causa primaria, los tratamientos más frecuentes son:
- Farmacológico: existen diversos fármacos que colaboran en la regulación de los ciclos de sueño, en ocasiones la terapia medicamentosa puede operar como un estabilizador inicial, sin descartar tratamientos de impacto más lento.
- Terapia psicológica y/o psiquiátrica: Orientada a modificar conductas alimentarias y situaciones de estrés o traumáticas. Asimismo, ayuda a tener conductas que faciliten el buen dormir. O en casos límite, promover la aceptación de los trastornos que no pueden ser curados totalmente y con los que se debe convivir.
- Uso de dispositivos como el CPAP u otros.
¿Qué especialidad trata los trastornos del sueño?
La medicina del sueño, es una subespecialidad de la neurología que se dedica a diagnosticar y tratar los trastornos del sueño.
Las causas y las manifestaciones de los trastornos del sueño son diversas. También pueden ser parte de un cuadro de morbilidad más complejo, por esta razón podría ser necesaria la intervención de diferentes especialistas.
¿Qué debo hacer si tengo un trastorno del sueño?
Si sospecha padecer algún trastorno del sueño, puede seguir las siguientes recomendaciones:
- Revisar sus hábitos y evitar conductas que perjudican el buen dormir, como consumir alcohol, cafeína y drogas, tener hábitos, horarios y rutinas desordenadas, y comer abundante antes de ir a dormir. El sobrepeso u obesidad también son factores que afectan la calidad del sueño.
- Consultar a un especialista en medicina del sueño. Los trastornos del sueño pueden ir acompañados, o ser consecuencia, de otros problemas de salud. Existen tratamientos farmacológicos para algunos de estos trastornos, pero solo un médico puede diagnosticar e indicar el tratamiento. Es fundamental evitar la automedicación.
